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David Ghitis

¿Dónde quedó la capacidad de razonar?

Una columna del Portal de Opinión

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Una organización terrorista bárbara ataca a un país democrático, asesina a más de mil doscientas personas inocentes, viola, decapita y quema a muchas de ellas y el mundo se pone de su lado. Además de cometer esas horribles atrocidades, la misma organización publica las cifras de víctimas de su lado, y el mundo les cree ciegamente.

De acuerdo con las cifras proporcionadas por Hamás, este conflicto ha resultado en significativamente menos víctimas en comparación con muchos otros alrededor del mundo, y aun así, este es el único del que se habla.

En 2024, se está negando la entrada a las universidades a estudiantes y profesores judíos, y aquellos que están en los campus están siendo intimidados, acosados y atacados. Sí, estamos en el 2024, no en 1938.

Los grupos que lideran estas actividades antisemitas dentro y fuera de los campus se autodenominan liberales y progresistas, aunque las personas por las que abogan no comparten valores progresistas o liberales.

En todo Estados Unidos, se realizan marchas antijudías que promueven la globalización de la intifada, lo que implica ataques violentos a nivel mundial, todo bajo la excusa del conflicto de Oriente Medio, pero ninguna marcha de este tipo ha tenido lugar en Oriente Medio.

Miles claman por un cese al fuego y, acto seguido, instan a internacionalizar la intifada. Ambas posturas son tremendamente incompatibles.

En las universidades estadounidenses de élite, hay criminales y terroristas reales que llaman abiertamente al genocidio mientras las directivas universitarias permiten esto.

La presión internacional sobre Israel para que ponga fin a la guerra está aumentando, con casi ninguna presión sobre Hamas para que libere a los rehenes. Existen individuos que equiparan a mujeres y niños inocentes retenidos en túneles de Hamas con los criminales en masa encarcelados en prisiones israelíes. Mientras tanto, la Cruz Roja no ha visitado a los rehenes israelíes ni una sola vez desde el 7 de octubre, y a nadie parece importarle esto.

Palabras como genocidio y apartheid están siendo utilizadas contra Israel cuando en realidad, el enemigo de Israel, Hamas, ha declarado su deseo real de cometer genocidio, algo que intentó el 7 de octubre. Añádase a eso que los árabes son libres en Israel, pero si un judío pone un pie en una aldea o ciudad palestina, no saldrá con vida.

Las mismas personas que acusan a Israel de genocidio cantan «desde el río hasta el mar», lo que literalmente significa la eliminación de Israel, es decir, el genocidio real de los israelíes.

Las regiones y países que atacan a Israel incluyen Gaza, Judea y Samaria (también conocidas como Cisjordania), Irán, Siria, Líbano y Yemen, y esto es solo en términos militares. No obstante, de alguna manera, se percibe a Israel como el opresor, como el bando más fuerte.

Los verdaderos terroristas de Hamas se esconden en Rafah y, sin embargo, el mundo quiere evitar que Israel entre a eliminarlos.

Todavía hay gente que va con el «No es antisemitismo. Es simplemente antisionismo» cuando se ataca a judíos al azar simplemente por ser judíos.

El Islam radical se ha convertido en una plaga global que se está infiltrando en Estados Unidos mientras hablamos, y nadie tiene las agallas para decirlo en voz alta. El hecho de que Hamás hiciera lo que hizo fue una sorpresa para muchos, a pesar de que el asesinato de judíos e infieles se menciona en el Corán muchas veces.

Miles de personas utilizan la libertad de expresión que les ha dado Estados Unidos para corear «Muerte a Estados Unidos» en suelo estadounidense, algo que no tiene ningún sentido. ¿Qué pasó con la lógica? ¿Qué pasó con la razón? ¿Moralidad? ¿Ética? ¿Verdad? ¿Qué pasó con el pensamiento crítico? En tan poco tiempo, el mundo se ha vuelto loco y todos seguimos con nuestro día como si algo de esto fuera normal.

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