El próximo 24 de noviembre, los habitantes de Cali, Palmira, Jamundí, Candelaria, Dagua, Puerto Tejada y Villarrica tienen una oportunidad histórica para transformar el futuro de nuestra región. Este referendo sobre la creación del Área Metropolitana no es un mero trámite administrativo, sino un acto de responsabilidad compartida. Es la oportunidad de construir un territorio mejor integrado y más competitivo, capaz de enfrentar los desafíos actuales y futuros que nos afectan a todos.
La necesidad de una integración regional es evidente. Durante décadas, estos municipios han crecido de forma acelerada debido a la migración, la expansión industrial y la demanda de servicios. Sin embargo, la falta de coordinación ha dificultado atender problemas comunes como la congestión vial, la seguridad, y el acceso a servicios básicos. La Ley 128 de 1994 establece las áreas metropolitanas precisamente para que territorios cercanos, que comparten desafíos, trabajen juntos y desarrollen soluciones conjuntas.
Algunos temen que Cali absorba el control de los otros municipios, pero nada está más lejos de la realidad. La autonomía de cada municipio se respetará y se mantendrán sus capacidades para decidir sobre temas propios como vivienda y recursos. En cambio, lo que se propone es una colaboración más cercana para resolver problemas de gran escala, como la movilidad y la seguridad, que no se limitan a las fronteras municipales. La toma de decisiones será colegiada, asegurando que cada territorio tenga voz y voto en la junta metropolitana.
Para que esta integración sea posible, cada municipio deberá lograr al menos el 5% de participación en la votación. No se trata solo de números; esta votación es una oportunidad para que los ciudadanos elijan entre una región fragmentada o una más coordinada. Problemas como la congestión y el acceso a servicios no pueden ser resueltos de manera aislada, sino que requieren soluciones regionales que permitan un desarrollo sostenible y justo para todos.
Los beneficios del Área Metropolitana serán tangibles. Permitirá una mejor planificación de la infraestructura, optimización del transporte y de los servicios públicos, y un manejo urbano más ordenado. Además, al fomentar economías de escala y una gobernanza más coordinada, se aumentará la competitividad regional, atrayendo inversión y generando nuevas oportunidades de desarrollo económico para todos.
Este proyecto no es un favor a Cali, sino un compromiso con el bienestar de todos los municipios involucrados. Un voto a favor del Área Metropolitana es un voto por un futuro compartido, donde cada municipio crezca con el apoyo de sus vecinos. Este 24 de noviembre, hago un llamado a la comunidad: actuemos por un mañana próspero y más fuerte.
Por: Deninson Mendoza
Líder Político