Estamos en tiempos complicados y divididos, donde la política está en desequilibrio. La
izquierda habla mucho sobre un “cambio” y vocifera sobre lo mala que es la derecha, pero
no se dedica a trabajar por un pueblo que lucha por una oportunidad de tranquilidad. La
izquierda llegó al “poder” mediante discursos populistas y por medios falaces. Los
colombianos necesitan un gobierno capacitado para enfrentar dificultades y que pueda
ayudar a salir de ese “hoyo” en el que han estado tratando de salir. No es cuestión de
aferrarse a temas o ideologías que no pertenecen al país, así como cuando se hicieron
varios comentarios a favor de Palestina durante la oleada terrorista contra Israel, mientras
que Colombia enfrenta problemas de paramilitarismo. O simplemente por el hecho de que
los senadores hablan de una reelección, lo que deja mucho que desear. Debemos ser
plurales en temas de política; los temas que se debaten actualmente no tienen nada que ver
con lo realmente importante. Necesitamos a los senadores de la oposición preguntando por
temas de seguridad. En junio de 2024 se registraron 37 masacres, con 120 víctimas; en
resumen, la inseguridad en Colombia ha alcanzado niveles alarmantes, afectando no solo la
vida diaria de los colombianos, sino también la estabilidad económica y la percepción del
país. Los senadores que son de la costa deberían debatir los casos de extorsiones y la
problemática de las altas tarifas de energía, entre otros.
Soy de los que cree que el problema radica en la rivalidad que tiene el actual gobierno, que
suele disfrutar de cierta parte y no quiere escuchar una opinión diferente. No se trata de
hacer por hacer o tratar de implementar “cambios” que, al final de cuentas, no llevan a nada.
No se trata de destruir ni mucho menos reemplazar algo que ya está; la idea es tratar de
moldear lo que está relativamente “malo”. No es debatir cuál ideología es la peor, ni culpar a
quienes ya no están en el poder, como ha hecho Gustavo Petro justificando que los que lo
critican se reeligieron. La idea es que los colombianos no tengan que seguir viviendo del día
a día. Esa es una gran problemática que debe considerarse con más rigurosidad. Soy fiel
creyente de que, aunque llevemos un tiempo en las mismas condiciones, no se puede
simplemente bajar la cabeza. Hay que tratar de mejorar todos los días, tanto para hoy como
para el mañana. Aristóteles decía: “El tiempo no es un movimiento, pero debemos
reconocer que no podemos hablar de tiempo sin cambio.”
Después de todo, creo en una mejor Colombia, pero el gobierno de Gustavo Petro debe
concentrarse en puntos verdaderamente importantes, como la seguridad y la educación, sin
la necesidad de evadir conceptos menores. No se debe olvidar que vivimos tiempos de
crisis para muchos; ya nada garantiza que al salir de la universidad un joven tenga empleo.
Esta columna de opinión fue inspirada por las mismas razones, ya que, como joven, me
preocupa mi situación el día de mañana. Si en la actualidad es difícil conseguir empleo
como joven o como adulto, hace 2 años Gustavo Petro llegó a Barranquilla y dio un discurso
en la Plaza de la Paz, donde prometió contribuir con el tema de los paneles solares, ya que
dijo que Barranquilla, tierra del sol, no aprovecha el sol que está a nuestro favor. Sin
embargo, no se ha manifestado en ayudar al Atlántico, aunque sí ha tratado de zafar al
Caribe, cuando fue la ciudad que le dio la gran mayoría de los votos, y no tratar de echarle
el agua sucia a los empresarios del Atlántico. Así que debemos concentrarnos en puntos
“específicos”. Todos debemos percibir que estamos en una línea muy “delgada”. Como lo
dije al principio, tenemos un gobierno que debe focalizar los “puntos” importantes y no
controvertir información en redes sociales. El presidente Petro debe dejar a un lado la red
social (X). Un análisis muestra que Gustavo Petro publicó 2,512 trinos entre el 1 de enero y
el 13 de diciembre de 2023, es decir, escribe al menos 200 veces al mes, seis veces al día.
Sin embargo, no se ha pronunciado sobre la dictadura de Venezuela y no lo hará, ya que
Maduro y Gustavo Petro son muy buenos amigos. Para que Gustavo Petro pueda gobernar
como debe ser en los dos años que le faltan y no tenga que decir que se necesitan 4 años
más para un “cambio”, no llegamos a nada con las múltiples “polémicas” que ha dejado
durante los dos años que lleva en el poder. Es solo una estrategia de “marketing” que tiene
Gustavo Petro. Finalmente, esos actos no nos llevan a ningún extremo; por eso la oposición
en los últimos tiempos aumentó, pero especialmente desde la llegada de Gustavo Petro a la
presidencia, ha aumentado un 27% y seguirá aumentando debido a cómo va este gobierno
oportunista.
“Uno no puede ponerse del lado de quienes hacen la historia, sino al servicio de quienes la
padecen.” —Albert Camu