Algunos dicen que “romper el quorum es una herramienta válida en cualquier parlamento” y que se ha usado muchas veces, pero una cosa es que algo sea válido y otra muy diferente es que sea ético.
Resulta que, aunque parezca que esta “jugadita” es algo novedoso, ya ha sido usada en el pasado muchas veces y, si no, que lo digan los políticos del Centro Democrático, Cambio Radical, Partido Liberal, algunos del Partido Verde, que son expertos en este tipo de sabotaje desde hace muchos años y que siempre lo han usado para irse en contra de cualquiera de los debates de cualquier tema que vaya en beneficio de la sociedad, especialmente de los más vulnerables.
El Consejo de Estado, de acuerdo a la sentencia 780 de 2018, básicamente, avala la abstención del voto como una forma de protesta simbólica y un derecho de la oposición ante la ausencia de garantías, arbitrariedad de la mayoría o razones de orden ideológico, pero como siempre pasa en Colombia, “hecha la Ley, hecha la trampa”, ese parece ser el lema de la ultraderecha en Colombia, representada en los partidos más fachos que conforman el Congreso, incluido el Verde.
La actual oposición en Colombia no es responsable, se llena de excusas para ser un “palo en la rueda”, pero no porque los proyectos o reformas presentados por el gobierno y su bancada sean malos, sino porque van en contravía de sus intereses mezquinos, porque no toleran que el presidente haya sido guerrillero, porque ellos no quieren ver al país bien, lo quieren ver hundido por sus incontenibles ganas de sentir que “tenían la razón” y así recuperar el poder. Ante su falta de argumentos, rompen una y otra vez el quorum en el Congreso, una pelota que va y vuelve entre el Senado y la Cámara de Representantes. Estos congresistas están “jugando” para que el país no avance, no respetan nuestro voto, no respetan que elegimos unas propuestas que deben ser aprobadas por ellos, al pueblo “se lo pasan por la faja”.
Parece que el Congreso está lleno de fantasmas que retrasan y retrasan la toma de decisiones, porque aparecen y desaparecen a su conveniencia cuando tienen que votar. El Congreso de Colombia está conformado por 296 congresistas, cada congresista nos cuesta a los colombianos más de 100 millones de pesos mensuales, distribuidos entre sus exorbitantes salarios de 48 millones de pesos, más el salario de cada integrante de la UTL que posee cada congresista, cada una compuesta por entre 6 y 10 personas, camioneta blindada, tiquetes aéreos y seguro de vida, sin mencionar las primas que se ganan. Plata que uno siente que se la paga a un poco de vagos, que no trabajan, que solo van a gritar (si es que van), que van a hacer shows baratos, a mentir y a manipular, y que se enorgullecen de decir descaradamente que rompieron el quorum, pero no por razones de peso, sino solo por llevarle la contraria al Gobierno, llevándose a la gente “entre las patas”. Se les nota que ni siquiera leen los proyectos y cada vez que los llevan a los medios, son hermosamente peinados por los congresistas del Pacto Histórico, quienes los desmienten y los dejan en ridículo siempre, dejando ver que el día en que Dios hizo el trabajo ellos “estaban incapacitados”.
Cómo olvidar a Andrés Forero, del Centro Democrático, diciendo en el debate de la Reforma a la Salud: “Claro que vamos a seguir saboteándolo, lo vamos a seguir haciendo”. Precisamente después de haber roto el quorum deliberadamente, celebraron que la Reforma a la Salud se hundiera por ese tipo de “jugaditas” y hoy en día los perjudicados somos los que estamos fuera de ese circo llamado Congreso.
Paloma Valencia dijo; “Vamos a insistir en no hacer quorum y buscar todos los mecanismos para que la Reforma Pensional no pueda avanzar”, y su compañera Paola Holguín, respecto de la misma reforma: “Vamos a romper el quorum cuando toque”.
Recordemos el lamentable show al ver a congresistas como Katherine Miranda, Catherine Juvinao y Jennifer Pedraza unidas con el Centro Democrático y Cambio Radical, también, al lado del pataletoso inmaduro de Miguel Polo Polo, a las afueras del recinto en donde discutían la Reforma a la Salud, brincando y bailando, celebrando su vagancia, su irresponsabilidad y su falta de ética. Ofendiendo a las verdaderas mayorías de este país con total descaro.
Hablando del intento de congresista Miguel Polo Polo, ayer fue tendencia en X por decir textualmente: “¡Lo logramos! ¡Logramos tumbar el quorum de cámara de representantes. No se discute hoy la perversa reforma pensional. Una pequeña victoria que nos motiva a seguir luchando por Colombia. Si seguimos derrumbando los quorum de aquí hasta la próxima semana, la reforma se cae por tempos. En pie de lucha!!!”. Sí, ese tipo ignorante, poco preparado, bravucón, manipulador y mala persona se gana 48 millones de pesos por salir a hablar cuanta estupidez se le viene a la cabeza.
Ejemplos sobran y todos son lamentables. Recientemente casi hunden el Proyecto de Ley de la prohibición de las corridas de toros por la misma razón. Hoy iban a discutir el proyecto de la prohibición de las terapias de conversión para la comunidad LGBTI, pero se aplazó el debate, adivinen por qué. Ni hablemos de cuando se trata de discutir sobre bajarles el salario a los congresistas, o las vacaciones, porque lo que prometen en campaña se les olvida cuando son elegidos.
Lo tenaz es que en Colombia a ningún trabajador decente le pagan un sueldo por NO trabajar, a menos que sea congresista y claro que la decencia y el ser congresista, en muchos casos, parecen no ir de la mano. ¿Hasta cuándo tenemos que soportar a ese poco de vagos, brutos, que se nos comen nuestros impuestos por no hacer nada en favor de nosotros? ¡A ellos no les duelen los pobres, les duelen los ricos!