El pasado miércoles se llevó a cabo en el Congreso de la República, en comisiones económicas conjuntas, el debate sobre la ley de financiamiento propuesta por el gobierno. Esta ley, que podría considerarse como una pequeña reforma tributaria, buscaba imponer una carga tributaria adicional a diferentes sectores, incluyendo el carbón. Esto, inevitablemente, habría generado un aumento en los precios de combustibles como el diésel y la gasolina, lo que a su vez impactaría la canasta básica y, por ende, el bolsillo de los colombianos.
Con la reforma tributaria anterior impulsada por el gobierno de Petro, los colombianos alcanzaron un límite en cuanto a la carga tributaria, tanto para personas naturales como para empresas. Como resultado, la Dian no logró cumplir la meta de recaudo de $500 billones de pesos para el año 2024. Ante este panorama, el Ministerio de Hacienda solicitó al Congreso un presupuesto adicional de $12 billones de pesos, una propuesta que encontró una fuerte oposición por parte de congresistas de diferentes partidos. Esto quedó evidenciado en la votación favorable al archivo de la propuesta, presentada en la comisión tercera del Senado.
En esta ocasión, el Congreso de la República logró derrotar al gobierno y, con ello, alivió la presión fiscal sobre los colombianos. Uno de los aspectos más llamativos de la votación fue el apoyo inesperado de la senadora Angélica Lozano, del Partido Verde, y de Olga Lucía Velásquez, representante a la Cámara por Bogotá, quienes votaron en contra del archivo de la propuesta tributaria. Posteriormente, la senadora Lozano se excusó alegando confusión, aunque su representante había firmado la ponencia favorable al gobierno.
Este hecho generó cuestionamientos, ya que el Partido Verde respaldó nuevamente una iniciativa gubernamental que habría implicado un aumento en los impuestos. Esta postura contrastó con la decisión mayoritaria del Congreso, que optó por priorizar el alivio del bolsillo de los colombianos.
Finalmente, la propuesta tributaria fue archivada, representando una victoria para el bolsillo de los ciudadanos y una derrota para el gobierno de Petro.