El Metro significa para los antioqueños, y en especial para los medellinenses, mucho más que un Sistema de Transporte Masivo, es un símbolo de orgullo. Es el primer y único metro de Colombia, que por 18 años consecutivos ha sido la entidad pública más admirada de la ciudad de acuerdo a la encuesta de Medellín Cómo Vamos, y a pesar de los desafíos que ha enfrentado, sobrepasando las secuelas de la pandemia hasta el difícil panorama actual de los sistemas de transporte en el país; también logró superar el intento de la toma hostil del 2023 liderada por Daniel Quintero. Hoy más que nunca el Metro sigue siendo una empresa técnica y un referente internacional en la que millones de ciudadanos confían.
Es cierto que los sistemas de transporte, como cualquier otro sistema, pueden presentar fallas, y el Metro no es la excepción. Sin embargo, se ha visto a una administración con capacidad de respuesta oportuna y técnica ante los eventos operativos ocurridos en los últimos días. Lo claro es que la empresa mantiene su compromiso con la seguridad y confiabilidad del servicio a sus millones de usuarios.
Ahora bien, es válido hacer preguntas sobre estos eventos, y el Metro ha demostrado toda la disposición de responder con claridad ante la opinión pública. Lo que no se puede permitir es que estos incidentes se utilicen para impulsar agendas políticas como pretexto para intentar desestabilizar el gobierno corporativo de la empresa; y mucho menos permitir lo del 2023 cuando Óscar Hurtado, Alcalde encargado de la administración de Quintero tras su renuncia, por medio del director de Planeación del Distrito de Medellín (aliado con miembros designados por la Presidencia de Petro) citaron a una tal junta directiva extraordinaria con el objetivo de remover al Gerente, buscando flexibilizar los requisitos para el cargo, abriendo así la posibilidad de nombrar a un gerente a la medida de sus intereses, y al mejor estilo de lo que está ocurrido a nivel nacional, ejemplo claro Ecopetrol.
No se puede permitir que el Metro caiga en manos del Quinterismo como ocurrió con ISA, lo ojos deben estar puestos en el actuar del ex contratista de la administración Quintero y delegado de Petro ante la Junta, quien dicen que está haciendo su tarea para dar un nuevo intento de toma hostil, liderando una agenda basada en los últimos acontecimientos, incluso ya está orquestado el show ante en el Concejo de Medellín para el 18 de noviembre en un debate de control político citado por el Pacto Histórico como bancada principal. ¿Será la misma escena del queso con Hidroituango?
Los medellinenses, especialmente, deben rodear y confiar en que el Metro de Medellín responderá con la seriedad y responsabilidad técnica como siempre lo ha mostrado, disipando cualquier inquietud válida que los ciudadanos puedan tener sobre estos eventos y reafirmando su compromiso con la calidad y el rigor en su mantenimiento. Ojo Alcalde Fico y Gobernador Andrés Julián, Quintero el Petrista después de lograr la Gerencia de ISA, va por la única entidad que no logró politizar: el Metro de Medellín.
El compromiso de los paisas debe estar firme en la protección al Metro de Medellín de aquellos que, movidos por intereses individuales, han tratado de infiltrarse en las Cámaras de Comercio de Medellín y Aburrá Sur, sin duda buscarán apropiarse de una de las empresas más queridas por los antioqueños y los colombianos. Una empresa que, gracias a la fortaleza de su gobierno corporativo, no lograron politizar y saquear, pero que desde las sombras, continúan intentándolo.
Por: Juan Espinal