Hoy, en pleno siglo XXI la vida debería ser más fácil, pero no es así, todo lo contrario, estamos igual o peor que hace 100 años, pero con internet, así que aprovecharé al máximo este recurso de la tecnología para compartir mi relato sobre hechos y acontecimientos de los que nadie habla, hechos sepultados metros bajo tierra y procesos engavetados bajo la injusticia.
Vi en los últimos días a Salvatore Mancuso en una entrega de tierras junto a las entidades del gobierno Nacional donde estuvo el presidente Gustavo Petro y un puñado de campesinos sin tierra que aspiraban a recibir un pedazo de ella para poder cultivar su esperanza y hacer vivir a sus familias con dignidad. Las tierras fueron entregadas por segunda vez, pues en otros gobiernos ya habían sido entregadas, pero a políticos y a paramilitares narcotraficantes del Clan del Golfo, porque así ocurría en muchos de los casos en los anteriores gobiernos, recibían las propiedades incautadas y estas eran repartidas entre los políticos de turno para pagarles favores, o devueltas a otras estructuras posiblemente cercanas a esos gobiernos de derecha, estas tierras pertenecieron a diferentes capos de los grupos narco paramilitares de derecha entre ellos Carlos Mario Jiménez alias «Macaco» de la ciudad de Dosquebradas, Risaralda y quien fuera el jefe del tal vez grupo paramilitar con más combatientes en la historia paramilitar colombiana.
Y es que alias «Macaco» tuvo una fuerte influencia paramilitar en todo el país, influenció en la elección de muchos políticos, tuvo contacto permanente con sectores de las fuerzas armadas y así su influencia fue marcando la vida pública en diferentes regiones al mismo tiempo que su ejército de asesinos manchaba las tierras que ahora devuelve con la sangre de los campesinos que la habitaban y a donde hoy las familias de los muertos regresan sin saber si el fruto de esas nuevas cosechas saldrá blanco como la paz que los está regresando allí, o rojo como la sangre que derramaron sus padres, madres, hijos y hermanos antes de que esas mismas tierras les fueran arrancadas.
Alias «Macaco» fue el comandante del Bloque Central Bolívar (BCB) de las autodefensas unidas de Colombia, (AUC) hasta su desmovilización el 12 de diciembre del 2005 en la vereda San Cristóbal, corregimiento de Santa Isabel, municipio de Remedios, Antioquia, junto con 1922 miembros de esa organización criminal, solo tres días después 550 de sus hombres también se desmovilizaron en la vereda la Esperanza del municipio de Santuario, Risaralda, el departamento de Carlos Mario Jiménez alias «Macaco» y donde también comandaba el Frente Héroes y Mártires de Guatica desmovilizado ese 15 de diciembre del 2005.
Por todo el país los rumores de políticos y empresarios vinculados a esta organización paramilitar y a otras, crecieron durante la época de la desmovilización, tras el proceso conocido como los diálogos de Ralito, y donde uno de los abogados asesores fue el conocido tinterillo Abelardo De La Espriella hoy también vendedor de ron y corbatas, según él finas porque llevan su nombre y porque le regaló un par a su conveniente amigo Álvaro Uribe. Los diálogos de San Jose de Ralito dejaron unos grupos de paramilitares desmovilizados a los que no se les cumplió lo acordado, sus jefes fueron enviados a Estados Unidos y los combatientes retomaron las armas y conformaron nuevos grupos armados que ya no eran autodefensas si no ejércitos privados al servicio, en la mayoría de casos, de los capos y narcotraficantes en las diferentes regiones del país.
Risaralda no se quedó lejos del fenómeno paramilitar ni antes ni después de la desmovilización.
El fenómeno paramilitar en Risaralda ocurrió sin duda alguna bajo la solicitud de diferentes empresarios del campo, es decir bajo la solicitud del sector cafetero, algunos con grandes extensiones de tierra en los municipios de Santuario y Belén de Umbría, esto sumado a la protección que sin duda alguna requerían personas cercanas a Carlos Mario Jiménez Alias «Macaco» pues al ser de la región, allí estaban gran parte de sus intereses económicos y familiares.
La llegada de los grupos paramilitares estuvo marcada por una serie de homicidios con los que sembraron el terror en la región, sacaban personas de sus casas, los secuestraban y desmembraban sus cuerpos que en la mayoría de casos era imposible recuperarlos, ya que este grupo como la mayoría en el país los enterraban en fosas comunes. En el mes de septiembre del 2001 llegaron al municipio de Santuario, se instalaron en las veredas de la Esperanza, la Linda Cominal y en los Planes de San Rafael, desde allí operaron en todo el territorio, desplazando a cientos de campesinos y sembrando la ley del miedo las 24 horas del día por cuatro años consecutivos.
Grandes fosas aún quedan en la región, muchas personas saben de su existencia, pero no ha sido posible que las autoridades pongan sus ojos en estas tierras olvidadas por el estado donde hoy una nueva generación vive con las historias que los viejos les cuentan al respecto.
El clamor de justicia dejó de ser ruidoso, la mayoría de víctimas eran campesinos sin tierras o con muy poca, gente muy pobre que nunca tuvo quien hablara por ella, ni siquiera las autoridades locales.
Risaralda es uno de los departamentos más pequeños de todo el país, pero con una casta elitista reconocida en las altas esferas colombianas, no era posible instalar allí grandes grupos paramilitares si no fuera con la permisión y ayuda de personajes políticos y también de las fuerzas armadas. En una región tan pequeña todo se sabe, pero desgraciadamente para las víctimas en este departamento el silencio impune ha impedido que se puedan esclarecer los hechos ocurridos entre los años 2001 y 2005, algunas investigaciones se han abierto, pero al final no pasa nada, es bien sabido que el ex senador Habib Merheg ha sido investigado por nexos con el para militarismo, una investigación de Revista Semana del año 2013 así lo señala, incluso tuvo que huir de Colombia hacia el Líbano, su segunda tierra para no atender a la justicia. Hoy anda como «Pedro por su casa» nuevamente en Risaralda, es más, su esposa aunque alegan que no lo son, fue candidata a la gobernación de ese departamento en las pasadas elecciones del mes de octubre del 2023, en las que salió derrotada pese a que su exesposo Habib Merheg atendía reuniones con líderes de todo el departamento haciendo campaña para ella.
La investigación de Semana del 2013 también señala al dos veces gobernador de Risaralda Carlos Alberto Botero, de permitir la creación de grupos paramilitares en la región, lo cierto es que él y otros que han sido investigados terminan siendo absueltos o simplemente las investigaciones olvidadas en una gaveta de la fiscalía o de la Corte Suprema de Justicia.
En los últimos años, la ciudad de Pereira ha tenido un crecimiento por encima de cualquier otra ciudad en Colombia, se habla de un pacto en la oscuridad entre capos de diferentes regiones que se han instalado en la ciudad, algo así como utilizar la ciudad para llenarla de capos que pactaron una paz entre ellos solo para convivir con «tranquilidad»
Tras la desmovilización de quien se consideró como el Jefe de toda esa región, Carlos Mario Jiménez alias «Macaco» y su grupo paramilitar, se creó la banda de la cordillera para mantener el control del territorio, y también de alguna forma el control político, ya que en cada elección se rumora fuertemente sobre cuáles candidaturas pertenecen a la cordillera y cuáles no, al parecer en las últimos comicios esa banda perdió en Pereira y Dosquebradas pese a que en esta última gano el hermano de alias Macaco el señor Roberto Jiménez.
La Banda la cordillera se ha dedicado al narcotráfico, al control del microtrafico, a la extorsión y al control del «Gota Gota», también al asesinato selectivo, se les acusa de asesinar al líder estudiantil Lucas Villa, y de hecho algunos de sus miembros están detenidos por este delito que al parecer; lo dice la investigación judicial, fue cometido en cooperación con la fuerza pública.
La banda la cordillera de la que al parecer Carlos Mario Jiménez uno de sus fundadores perdió el control, hoy debería de ser reconocida por el sector judicial como un verdadero cartel de la droga, ellos no son una banda cualquiera, la gente pensaría que son unos pelados en una esquina vendiendo bolsitas de marihuana, pero no, son una estructura delincuencial de las más importantes del país involucrada en todos los sectores de la región sin que hasta hoy la justicia sea capaz de actuar contra ellos.
Recordemos como desde esa banda se buscaba asesinar al hoy presidente Gustavo Petro cuando este realizaba su campaña presidencial, tuvo incluso que cancelar su visita a la ciudad de Pereira porque se temía un plan para atentar contra su vida preparado y orquestado según la investigación judicial por el señor Cesar Giraldo Alias «Calzones» y quien en un inicio aseguro que era solo un empresario de la capital de Risaralda, pero que días después se descubrió en una investigación de la Revista Raya que la fiscalía en un organigrama de la banda la cordillera, tenía incluido a alias «Calzones» como uno de sus principales líderes cosa que ya no pudo desmentir y de lo que hasta el día de hoy no se pronuncia.
Como estos casos específicos y comprobados, podríamos llenar hojas y hojas, es que es tanto lo que ha ocurrido y que no se ha contado, o siquiera investigado, que el día que eso ocurra el departamento de Risaralda ya no será el mismo. Empresarios, Políticos y personas con apellidos reconocidos estarían involucrados en las investigaciones realizadas en 2001 y 2013 y que señalaron como la «Macacopolitica» https://www.semana.com/nacion/articulo/macacopolitica-exsenador-habib-merheg-parapolitica/361957-3/ al fenómeno paramilitar en Pereira y sus alrededores, y eso que no hemos llegado a los casos de corrupción que tampoco han sido colocados bajo la lupa de la justicia, pareciera que Risaralda fuera una región donde se puede delinquir por décadas y décadas con absoluta libertad y donde los capos, narcos y políticos corruptos gozan de un estatus social altamente reconocido y respetado como si por robar o matar más, se ganara más respeto.
Este es un bosquejo de mis siguientes publicaciones, es el inicio de una serie de documentos donde describiré paso a paso el historial narco paramilitar del eje cafetero, antes ya he recibido amenazas por publicaciones similares, espero que en esta oportunidad sirvan para ayudar a esclarecer momentos de extrema violencia en una de as regiones de Colombia más admiradas por el mundo, que sirvan mis siguientes escritos como contribución a la paz total y no a una nueva escalada de persecución en mi contra. Soy gente de Paz. Continuará….