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Diana Andrade

Las tres rondas del fuego amigo

Una columna del Portal de Opinión

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Después de la posesión del Presidente Petro el 7 de agosto de 2022, la mayor preocupación de la oposición (la verdadera oposición) al nuevo Gobierno era precisamente eso: ¿Quién haría oposición? La imagen política de Álvaro Uribe y de Germán Vargas Lleras, figuras realmente opuestas y distantes a los pensamientos ideológicos del nuevo mandatario serían por mucho insuficientes y débiles para oponerse a las políticas y reformas propuestas por el nuevo Gobierno, aupadas por las mayorías relativas que el Pacto Histórico logró establecer en la coalición de gobierno en el Congreso de la República y con el apoyo expreso que lograron de los verdes, los liberales y los conservadores.

No obstante, pocos lográbamos en ese momento predecir que la verdadera oposición nacería de las entrañas mismas del Pacto Histórico. Esta especie de guerra fría en el interior de la coalición de gobierno ha desencadenado una hecatombe que ha desgastado y llevado al punto más bajo de popularidad y aprobación la imagen y la gestión del primer mandatario.

El primer fuego amigo que ha desencadenado esta tormenta política inició cuando el presidente cometió su primer gran error estratégico al prescindir de los únicos ministros del gabinete que generaban cierto aire de verdadera coalición y unidad nacional: “los tecnócratas” José Antonio Ocampo, Cecilia López y Alejandro Gaviria. De conformar y hacer parte del gobierno se convirtieron, en un abrir y cerrar de ojos, en contradictores y opositores a las reformas y a las políticas gubernamentales.

Pero como si le faltaran los problemas, de tener mayorías absolutas en el Congreso, Gustavo Petro ha visto en menos de dos años la deserción constante de sus aliados y hasta de sus propios seguidores. Claudia López, Katherine Juvinao, Catherine Miranda, Jennifer Pedraza, Angélica Lozano, sólo por mencionar algunos de sus iniciales aliados políticos, abiertamente afines con las convicciones ideológicas del presidente Petro, no sólo lo han abandonado en su gestión de gobierno, sino que se han convertido en una supuesta oposición para sacar adelante alguna de sus reformas como la de la salud.

Este segundo fuego amigo nació desde la denominada centro izquierda del país, que si bien sale también desgastada (fueron ellos los artífices del triunfo de Petro) también hay que reconocer que han sorprendido a simpatizantes y opositores de sus nuevas posturas y pronunciamientos en contra del gobierno en cabeza de Claudia López, aunque sabemos bien que ella es más cercana a los políticos de izquierda que de centro o centro derecha pero sabe leer bien el inconformismo de los colombianos y como es bien sabido, sus futuras aspiraciones presidenciales, muestra un supuesto distanciamiento del gobierno.

El tercer fuego amigo, el más nocivo para Petro ha sido el que ha emanado desde el propio partido de Gobierno, es el fuego incesante proveniente del Pacto Histórico. Los escándalos de Armando Benedetti, Roy Barreras, Laura Sarabia, María Isabel Urrutia, Esneyder Pinilla, Olmedo López, Nicolás Petro, el clan Torres, Day Vásquez, Daniel Quintero, Esteban Restrepo, Luis Fernando Velazco, Álvaro Leyva, han sido entre otros, la granada detonada al interior del gobierno que estalló y sigue explotando. Acusaciones de todos los lados en contra de los mismos integrantes del gobierno destapan la falta de norte, de cohesión, de sincronía y evidencian los graves hechos de corrupción que han permeado a toda escala la estructura del gobierno.

Gustavo Bolívar decía unos días atrás: “Unos pocos no pueden seguir manchando un gobierno (sic) que nos ha dado la instrucción de cuidar los recursos con máxima transparencia.”, sería bueno preguntarle al director del DPS: ¿Después de tantos implicados, de verdad cree usted que son pocos? ¿Cree usted que a Petro le pasó lo mismo del pasado, que todo “fue a sus espaldas”?

Esta bola de nieve ha ido creciendo de forma acelerada, no se le ve fin, no termina de crecer. La labor de la oposición ha sido fácil: esperar a que el fuego amigo siga minando la terrible gestión y capacidad del Pacto Histórico para obtener mayorías y en especial, de gobernar bien.

Por: Diana Andrade

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