Todos los días, el gobierno del presidente Petro y su equipo nos sorprenden con una decisión que pone en grave riesgo la estabilidad económica y social del país.
Hoy invito a los precandidatos y candidatos a la presidencia de la República a que analicemos las consecuencias del decreto confiscatorio 572 del 2025, el cual modifica el sistema de retención en la fuente y establece un recaudo anticipado de impuestos, que dejará al próximo gobierno, en el 2026, con menos recursos tributarios para manejar el Estado, sus obligaciones, gastos e inversión. Debemos entonces los candidatos pensar y proponer un reordenamiento de las finanzas del Estado. Colombia no resiste una nueva reforma tributaria si el propósito del nuevo gobierno es el de estimular la inversión, crecer y fortalecer la economía.
Y entonces, ante un ingreso precario en el 2026, ¿cómo pagaremos como paraíso nuestras obligaciones? En la innovación del manejo financiero y de tesorería estatal está parte de la solución. Tendremos que acordar por sectores y con quienes están involucrados en esos negocios la definición de nuevos esquemas de financiación y de contratos, los cuales permitan lograr que se cumplan las obligaciones ejecutadas y no pagadas, el fortalecimiento de nuevo de estos sectores y el restablecimiento de sus servicios de manera eficaz y segura. Las empresas que participen de estos esquemas de financiación y recuperación tendrán un tratamiento fiscal diferenciado respecto de estos nuevos recursos, los cuales contribuirán a la normalización de la deuda en esos sectores como salud, energía, infraestructura, etc.
Por supuesto, ajustaremos la burocracia a las necesidades sin sacrificar la eficiencia. Haremos reingeniería a los ministerios y la burocracia en general. Adicionalmente, estableceremos un equipo de trabajo donde expertos del sector público y expertos en inteligencia artificial simplifiquen y agilicen los trámites que se deben adelantar ante las entidades del gobierno.
A pesar del estado en que recibiremos el país, nada nos detendrá para generar desarrollo, bienestar y oportunidades a los colombianos de todas las edades y de todas las condiciones.
Rubén Darío Lizarralde