Imagen de Wilson Ruiz Orejuela

Wilson Ruiz Orejuela

La encuesta Invamer no es un dato: es una alarma – Wilson Ruiz Orejuela

Una columna del Portal de Opinión

Compartir

La más reciente encuesta Invamer cayó como un balde de agua fría para el panorama electoral del país. No porque no supiéramos que la izquierda intentaría mantener su hegemonía, sino porque confirma que la izquierda radical sigue moviéndose en bloque, sin pudor, sin fisuras y sin la menor autocrítica por el desorden institucional y económico que han sembrado. Que Iván Cepeda sí, el mismo arquitecto ideológico del proyecto que hoy tiene a Colombia atrapada en la incertidumbre aparezca punteando en intención de voto, debería encender todas las alarmas. No es un dato aislado. Es un síntoma. Una advertencia.    

Porque si algo revela esta encuesta es que el avance de la izquierda no ocurre por mérito propio,ni por éxito del gobierno de Petro que atraviesa su peor momento de aceptación, sino por la incapacidad de la oposición para presentarle al país un proyecto unificado, serio y esperanzador. En otras palabras: Cepeda va arriba no porque Colombia quiera más Petro, sino porque la centro-derecha sigue fragmentada, silenciosa en lo esencial y ruidosa en lo accesorio.

La izquierda entendió algo que la oposición aún no, la política no premia la razón, premia la coherencia. Y mientras ellos han sido disciplinados, firmes y estratégicos, nosotros hemos permitido que el malestar ciudadano quede sin narrativa, sin cauce, sin liderazgo. Petro ha logrado un desgaste monumental, pero aun así la oposición no ha sabido capitalizar el rechazo. Esa es la verdadera tragedia.

Pero aquí hay un punto aún más grave, Cepeda encarna la narrativa del victimismo radical, esa que ha logrado permear sectores de opinión cansados, confundidos o poco informados. Él aprovecha el caos, la fatiga y la incertidumbre para presentarse como la “continuidad necesaria” de un proyecto fracasado. Y esa continuidad no es otra cosa que la profundización del deterioro institucional que ya vivimos, más improvisación económica, más inseguridad en las calles, más deterioro diplomático, más división entre colombianos.

No podemos permitir que el país repita el mismo error, pero con un guion aún más extremo.

Por eso insisto: la fragmentación de la centro-derecha se ha convertido hoy en la principal amenaza para la democracia.No es la izquierda la que está ganando; somos nosotros los que estamos entregando la cancha. Somos nosotros quienes, al actuar dispersos, permitimos que la agenda del caos se disfrace de alternativa. Colombia no necesita diez precandidatos compitiendo por micrófonos: necesita un liderazgo unificado, con sentido de Estado, con rigor técnico, con autoridad moral y con visión de país. Un liderazgo que entienda que esta elección no es sobre egos, ni sobre trayectorias personales, sino sobre la supervivencia democrática de Colombia.

La encuesta Invamer, lejos de ser un simple termómetro electoral, es un grito del país para que reaccionemos. Para que dejemos de lado las peleas internas y construir una hoja de ruta conjunta que permita frenar el avance del radicalismo. El país exige unidad, exige carácter, exige claridad. No podemos seguir desperdiciando la oportunidad histórica de enderezar el rumbo.

La encuesta es clara. La advertencia también. La pregunta, entonces, es simple:
¿Vamos a reaccionar o vamos a entregarle el país, otra vez, a quienes ya demostraron que no saben gobernarlo?Wilson Ruiz Orejuela

Wilson Ruiz Orejuela

Quizás también le interese...

Buscar

portalopinion.com