Nuestro país debe apostarle a más empresas de servicios públicos públicas y éticas. Que sirvan para generar bienestar a todas las comunidades, en especial las marginadas por diversas situaciones, y que tengan un sentido social, donde gran parte de sus ingresos y patrimonio se reintegre a quienes más lo necesitan.
Esta semana durante el congreso de Andesco, donde participarán los gerentes de las diferentes empresas de servicios del país, expertos en la materia, líderes de opinión y el presidente Gustavo Petro, se estará hablando de cómo va el país, los retos y las dificultades que enfrenta en este sentido.
Aunque es un espacio importante y clave para el desarrollo y avance en diversos temas como el acceso total a los diferentes servicios en Colombia o la implementación de tecnología en todos los procesos para que sean más eficientes y transparentes; quiero abordar dos temas en los que existen casos de éxito y que deberían ser conocidos por todo el país: agua y residuos sólidos.
El buen manejo del agua en todo su ciclo, desde que brota en sus nacimientos a través de ríos, quebradas y aguas subterraneas, hasta que regresa nuevamente a nuestras cuencas hídricas tras ser utilizada por los seres humanos y las empresas, es fundamental para garantizar el futuro de la humanidad y su racionamiento. Es un recurso finito, no infinito, a pesar de ser privilegiados en Colombia al tener abundantes fuentes de agua y vida.
En el Acueducto Metropolitano de Bucaramanga le apostamos a tener un gobierno corporativo independiente, técnico y que tuviera un enfoque social permanente; esto nos generó varios logros importantes, entre esos, que Bucaramanga y su área metropolitana hoy puede tomar agua pura de la llave sin correr ningún riesgo y ser una de las empresas públicas que genera menores pérdidas en un pais donde su gran mayoría tienen indicadores negativos que superan el 50%. Además, durante cuatro años consecutivos mantuvimos la máxima calificación otorgada por la calificadora de riesgo FitchRatings.
Replicar este tipo de gerencias estratégicas conlleva, en la mayoría de casos, a replicar sus buenos resultados: la convertimos en una empresa doble A, que hoy presta servicios de acueducto y alcantarillado, logramos la gestión comercial de Emdupar en Valledupar, algo que en el pasado ni se imaginaba, es la empresa más eficiente en el sector de acueductos del país, tiene planes claros de ampliación y mayor cobertura, se adquirieron predios para proteger las fuentes hídricas y se realizaron pagos a los campesinos para que los cuidaran, tuvimos programas claros de responsabilidad social y corresponsabilidad, entregamos becas estudiantiles y capacitaciones a comunidades campesinas, entre otros, que hoy la consolidan como la gran empresa de servicios públicos con una hoja de ruta clara para convertirse en triple A.
Respecto a los residuos sólidos, hoy en el Congreso de la República está el proyecto de ley de Gestión Integral de Residuos Sólidos, que formulamos y presentamos en equipo junto a Asocapitales el año pasado y que fue aprobado por la Comisión Quinta del Senado la semana pasada.
Este proyecto busca evitar una crisis sanitaria peor que la pandemia generada por el Covid-19. Los basureros o botaderos a cielo abierto en Colombia están en crisis, colapsados y la gran mayoría a punto de cerrarse en los próximos cinco años.
Con este proyecto buscamos evitar la tragedia que podría ser no tener dónde disponer los residuos de hospitales, restaurantes, empresas, grandes industrias y los hogares de más de 15 millones de colombianos, ¿cómo se imaginan 10 días sin que pasen a recoger la basura? El cataclismo no tendría precedentes.
La ley propone una hoja de ruta clara para la reglamentación de nuevas tecnologías, la transición de botaderos a cielo abierto a parques tecnológicos ambientales, marcos tarifarios claros para evitar que la tecnificación de estos lugares se convierta en negocio para particulares, que su información deje de estar en “cajas negras” y sea pública y tener una mayor rentabilidad con los residuos; donde se le saque beneficio económico a las basuras a través del reciclaje y la re utilización tecnificada, que tiene varios ejemplos en el mundo.
En Bucaramanga ya se inició con el Relleno Sanitario El Carrasco. Otro caso de éxito de una empresa pública que es ejemplo para el país, reconocida por técnicos y especialistas en la materia.
Estos dos temas mueven la agenda mundial y, seguramente, darán mucho de qué hablar en la Cop16. Esperemos que los actuales y futuros gobernantes prioricen en sus agendas la sostenibilidad del territorio. Recuerden: no diciendo, HACIENDO.
Juan Carlos Cárdenas