Se cumplieron dos años de la presidencia de Gustavo Petro y tengo que decirlo que han sido más los escándalos que el supuesto cambio que prometió en campaña, en especial para los jóvenes y la “Colombia profunda”. Y es que, en estos dos años han sido más visibles los escándalos semanales de corrupción, dineros en maletas, polígrafos ilegales, reformas que encarecen la vida de los colombianos, condescendencias a grupos guerrilleros que la atención óptima y propicia a tantos problemas que nos aquejan los colombianos y que tanto prometieron cambiar.
¡Claro que hubo un cambio! Por supuesto que sí, un cambio en retroceso en el que la situación política, económica y de seguridad se siente como en la peor época de los noventas. Nuevamente se ve con auge presencia de las guerrillas en los territorios, a tal punto que hasta inauguran colegios y vías mientras extorsionan y amedrentan a los pobladores de estas zonas.
¿Cuáles son los logros del cambio?: Someter a niñeras a polígrafos ilegales en sótanos, los supuestos dineros ilícitos entregados en campanas al hijo del presidente y su entonces esposa, incrementar burocracia, abrir nuevas embajadas, tener como un rey a Armando Benedetti después de los audios que escuchó todo el país y el reciente caso por aparente violencia intrafamiliar, contratar bodegueros digitales por medio de las entidades públicas para su trabajo de focas del gobierno y matoneadores de los que no opinen igual, gasolina a $16.000 (el doble de cara que en gobiernos anteriores), tarifas de energía por las nubles, una reforma tributaria que encareció la canasta básica y tiene en aprietos financieros a pequeños y medianos empresarios e independientes, violencia e inseguridad desatada como nunca antes, pago de dinero a delincuentes bajo la figura de “gestor social”, desabastecimiento de medicamentos, asfixia a las EPS como mecanismo de presión para la aprobación de la reforma a la salud, confiscación del ahorro pensional, los carrotanques de la Guajira y millonarios contratos de corrupción en la UNGRP, entrega de dineros a congresistas para aprobación de proyectos, deficiencia en el sistema de salud, nombramientos cuestionables por falta de idoneidad en el cargo, Laura Sarabia, pese a todos los escándalos en donde la relacionan, sigue a la diestra del presidente y con un poder absoluto del ejecutivo, la ineficiencia en los ministerios por no ejecutar los presupuestos, disminución del presupuesto para los deportistas, así como para el ministerio de Ciencia, la inoperancia de llevar a cabo los juegos panamericanos y un largo etcétera.
Cambio de nada.