A Millonarios le queda grande la Copa Libertadores, el equipo que dice tener la “Mayor Gloria del País” no puede con los torneos internacionales. Desde hace 27 años el equipo Embajador no logra pasar a la siguiente ronda del certamen, desde entonces, ha disputado en seis ocasiones el torneo más importante de clubes de Sudamérica y en las seis ocasiones ha quedado eliminado en la fase de grupos o en fases previa.
¿Cuál es la grandeza de un equipo que es conformado dizque para ganar torneos internacionales, pero lo único que tiene es una Merconorte por allá en el 2001? – Copa que era más disputada como amistosa que otra cosa.
Es increíble que toda la inversión que se ha aplicado en Millonarios, los jugadores que ha traído, el proceso que ha venido haciendo con el profesor Alberto Gamero, no tenga ningún fruto, alguien tiene que responder.
En algún momento decíamos que Gamero era quien tenía que responder, hasta dijimos en una columna que ya se estaba escribiendo su nombre en una lápida para salir de Millonarios. Sin embargo, no es el responsable total, porque en el fútbol no se pueden medir los fracasos y las victorias como cuentas matemáticas, por más empresa que sea. Es un deporte.
El fútbol es una construcción de picos, como una montaña rusa por donde Millonarios ya pasó, ya llegó a su pico y su pico es el fútbol colombiano, no son los torneos internacionales. Hoy, seguramente está atravesando por un valle en donde tendrá que recomponer, en donde tendrá que darle nuevamente la confianza al profesor samario para volver a empezar y volver a llegar al pico; pero ese pico, es el torneo local.
Pero, ¿por qué lo digo? Porque al final, Millonarios no cuenta con una historia internacional que le cargue en la espalda el recorrido, porque hoy ya no tiene la capacidad ni tampoco tiene el fútbol para volver a intentarlo. El cambio generacional e individual debe consolidarse.
Y todo esto tiene que empezar a sonar dentro del club. Tiene que haber un terremoto interno que despierte las verdaderas necesidades, porque, de lo contrario, se quedará siendo un simple equipo que pelea los torneos en Colombia cada seis meses, pero seguirá siendo el hazmerreír del continente.
Quizá, el único contento ha sido el presidente Gustavo Petro, que durante la semana le hizo bastante fuerza a Palestino, politizando y creyendo que era que aquí venían a jugar los que están en la guerra, y se llevaron un resultado, pero, además, porque quizá tanta fuerza es por su amor al Independiente Santa Fe.
Por: Julián Collazos
Periodista deportivo